miércoles, 17 de junio de 2009

Capítulo I. Consecuencias.




- Mamá te dijo que no hablarás con extraños, pequeño Gee.





Es cierto, lo hizo.





* * *




Frank




- Mira, Frank, ahí viene tu pequeña víctima.




- Sí, lo sé, James, lo quiero, deseo a ese niño.




- ¿Frank, te sientes bien?




- Perfectamente.




- Frank, pero, él es muy pequeño...




- Oh, siento herir tus sentimientos, querido...




Y ahí iba mi pequeño Gerard, bueno no tan pequeño tenía ya dieciseís años, pero igual era un ejemplar hermoso de inocencia.




Su cara, siempre enmarcada por su cabello de un intenso negro, era perfecta; sus ojos que describiría como la fuente de mi vida y, su cuerpo: élixir prohibido para mi persona... pero, no por mucho tiempo.




- ¡Gerard!
* * *
Gerard
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre [...]
Gracias, Señor, por otro día de vida.
- Gerard, hijo, despierta, ya es hora de ir a la escuela.
- Voy, mamá
Otro día de escuela, aaahhh, que glorioso es servir al Señor en en el sacerdocio.
Bajé.
- Bueno días, mami, mmhh, huele demasiado bien - deposité un pequeño beso en su coronilla - ¿Qué hay?
- Fruta, jugo de naranja y hojuelas de maíz.
- Mmm, que rico.
- Buenos días, Gerard.
- ¡Mikey!
- Ya niños, sientense a comer.
- Ya vamos, má - respondimos Mikey yo al unísono
- Bien, chicos, primero hagan la oración
- Yo, yo quiero hacer la oración - dije alzando mi mano
- Ay, hermanito no cabe duda de que en serio quieres ser sacerdote
- Exacto
- Pero, ¿no quieres tener una familia?, ¿un hogar?, ¿una novia?, ¿hijos?, ¿relaciones sex...?
- Ssshhh - lo interrumpí -, nada es más importante que Dios, sólo quiero servirle a él.
- Mmmhh, está bien
- He perdido el apetito, ¿puedo retirarme?
- ¿No quieres que te lleve a la escuela, cariño? - me encontré, esta vez, con los preocupados y dulces ojos de mi madre.
- No, Donna, gracias. Tomaré el autobus.
- No hables con extraños - inquirió mi madre, quien me trataba como a un bebé
- No lo haré, madre mía
- Gerard, perdón si te ofendí... - apuntó mi hermano
- No te preocupes hermano, sé que es tu deber - después de la muerte de papá - protegerme, además eres once años mayor que yo, sabes que me conviene
- Te amo, Gee
- Y yo a ti, Mikey - dije besando suavemente sus mejillas.
- Cuídate
- ¡Que te vaya bien! - finalizó mi madre
Nunca pensé que ese sería el último día en el que vería a mi familia
* * *
Frank
- ¡Gerard! - grité, poco a poco me acerqué a él hasta estar cara a cara - Hola pequeño
No hubo respuesta alguna.
- ¿Qué?, ¿te dijeron que no hablaras con extraños?
Él sólo asintío timidamente.
- ¿Te gustan los Misfits? - yo sabía que sí - Tengo entradas para el concierto
- ¿En serio?
¡Listo, ya lo tenía en mis manos!
- Sí, ¿quieres conocerlos?
- ¡Sí, claro que sí!
- Vamos, sube a mi camioneta
- ¿No es muy temprano para un concierto?
- Es que los vamos a conocer cara a cara, sé donde están y me gustaría que los conocieras...
- Wow, muchas gracias, ¡esto es genial!
- Sí, no sabes cuánto TE he deseado...
- ¿Me qué?
* * *
- Sí, no sabes cuánto TE he deseado...
- ¿Me qué?
Es lo último que recuerdo, después todo se volvío un tanto confuso.
Me inyectaron algo, no sé exactamente qué, quedé completamente adormilado.
.
.
.
.
Desperté en un lugar que no era mi hogar; tampoco mi escuela, ¿dónde estoy?
- Veo que has despertado cariño
- ¿Quién es usted?
- ¿Por qué me llama cariño?
- Soy Frank Iero y te llamo cariño porque me pertences.






sábado, 30 de mayo de 2009

Prólogo

- Pero, yo de verdad te quiero.

- Ja, ésa mentira la has dicho miles de veces, ¿por qué había de creerte ahora?

- Porque me amas.

- No sé si amor es lo que ahora siento por ti.

Salí furioso de su habitación, era la décima primera vez que hacía esto, ya estaba harto. Sólo quería que dejara de hacerlo, odiaba tenerlo que ver drogarse, inyectarse heroína para luego tener que llevarlo a la sala de urgencias, era algo para lo que simplemente ya no tenía ánimos.

Conduje mi camioneta hasta un hotel cercano dónde pretendía pasar la noche, pero unas extrañas luces hicieron que detuviera el andar de ésta. Mierda, eran los mandaderos de Frank.

Bajé la ventana inevitablemente.

- ¿Qué quieren?

- El jefe nos ha mandado por ti, Gerard. Es la tercera vez que haces esto. - me dijo el de color negro con aspecto formal - Es eso o... - me enseñó la pistola, inmediatamente supe a que se refería.

- Está bien, sólo dejen voy por algo para cenar - ellos sabían que los obedecería por lo que se fueron en cuestión de segundos.

La verdad no es que no amara a Frank, sino que no me sentía suyo, no quería ser su prisionero, no de esa forma. Quería estar con él siempre, eso es verdad, pero faltaban motivos, no podía tener simplemente una adicción a él.

Encendí, sin más, la radio

Judging by the look on the organ-grinder,
He'll judge me by the fact that my face don't fit.
It's touching that the monkey sits on my shoulder.

Genial, esa canción, ¿por qué?

He's waiting for the day when he gets me,
But I don't need no alibi - I'm a puppet on a string.
I just need this stage to be seen.
We all need a pantomime to remind us what is real.
Hold my eye and know what it means.

Sí quiero que sepas qué es lo significas para mí.

But I won't be your concubine - I'm a puppet not a whore.

Soy tu títere, pero no una prostituta.

Will you be a friend of mine to remind me what is real?

Exacto, Frank recuerdáme que eres real.

Hold my heart and see that it bleeds.

Frank, me dueles, haces que mi corazón se desangre.

I'm out of my mind.

Estoy perdiendo el juicio, por ti Frank, por ti y nadie más. Aunque no lo acepte; te amo.

______

Ok, la historia no debió haber empezado así, éste es el final, no el comienzo.

viernes, 29 de mayo de 2009

I still think that.

¿Por qué quieres que sea el suicidio tu escape?

Dios mío, tienes una vida por delante.